El Reiki es un arte de sanación ancestral a través de la energía vital universal. Con una práctica suave y amorosa, se transmite mediante la imposición de manos, creando un espacio de calma profunda donde cuerpo, mente y espíritu pueden entrar en equilibrio.
Durante la sesión, la energía fluye allí donde más se necesita, ayudando a liberar bloqueos, aliviar tensiones y despertar la capacidad natural del cuerpo para regenerarse. Es un momento para soltar, descansar y abrirse a recibir.
El Reiki acompaña con respeto, sosteniendo un campo de serenidad que permite reconectar con la paz interior y con la esencia de lo que somos.
Cada encuentro es una invitación a recordar que la sanación nace desde dentro.